lunes, 14 de enero de 2013

El infierno de los Parques de Bolas

Según como se mire los Parques de Bolas pueden ser una bendición o un infierno. Yo tengo un poquito de ambos. Cuando los niños están en casa a punto de tirarse los trastos a la cabeza, aburridos, quejicosos e insoportables, hay que sacarlos a la calle si o si.

Pero si a eso le sumas que es invierno. Que a las seis de la tarde es de noche y que hace un frío que pela, ¿donde los llevas?. A) a un centro comercial, que en rebajas puede ser algo peor incluso que el infierno o B) a un parque de bolas.

Benditos Parques de Bolas.

Diré a favor de este Parque en cuestión que está muy bien pensado. Espacios abiertos, toboganes, camas elásticas, y circuitos bastante visibles a los padres. No es la típica jaula donde los niños parecen ratones y no les ves el pelo en toda la tarde.

Si yo tuviera nada más que a mi primogénito, de dos años y medio, yo sería feliz en un parque de estos. Porque él es capaz de hacerse el circuito veinte millones de veces, que lo domina y lo controla a la perfección. Y yo sería capaz de tomarme un café con mi amiga la mar de a gusto y feliz.

Aqui el problema es mi hija.

Que ella se cree que lo domina. Y no.

Para ella, el área destinada a los niños de 0-2 años es un aburrimiento...Ese no va con ella. Ella escala a la velocidad del rayo la cuesta de tubos de colores para llegar a lo más alto. Y lo hace en el mismo momento en que le acabo de dar un sorbo al café. ¿Cual es el problema? que no sabe bajar. Que de ahí sigue trepando y trepando, y pasando por rulos, agujeros, túneles sin fin...hasta que llega al tobogán...el temido tobogán. 

No sabe que tiene que sentarse. Y en un descuido da un paso en falso y se tira de cabeza a la piscina de bolas. Que es más divertido que llegar a través del tobogán. Donde va a parar...

Y ahí empieza mi infierno.

Al principio, no negaré, que disfruto con ella, me río al ver su carita de emoción...que no para de hacer gorgoritos de pura excitación y me gusta jugar con ella. Pero cuando termino haciendo el maldito circuito de rulos, paso por agujeros donde apena quepo, cruzo puentes que me hacen pensar si ese parque está pensado para niños y me tiro mil quinientas veces por un tobogán...Ahí ya si que si pienso que ese Parque es el infierno en estado puro.

Al día siguiente lo pienso más. Porque tengo unas agujetas que no me puedo ni mover.

Y que me diriais si os digo que hoy tenemos un Cumpleaños en un Parque de Bolas...

Si. Correcto. Arderé en el Infierno. :)

Besos desde el Sur

Feliz Lunes


2 comentarios:

  1. jajaja qué bueno! lo de la jaula con ratoncitos dentro me ha encantao! nunca lo había pensado pero es cierto..es que parecen eso,los pobres.
    Yo fui el viernes y me harté de reir porque mi amiga tuvo que meterse también por el circuito en busca y captura de su hijo y ella que llevaba falda..pues imaginate el resto..jajaja no podía reirme más.
    Ardeee y disfruta! y luego agua con azúcar ; )

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  2. Toda la razón!!!!! ... jejeje, me hiciste recordar cuando tuve que ir en busca de mi hija, que luego de realizar todo el circuito subiendo al tobogán, le dió medio lanzarse...
    Un abrazo!

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