viernes, 11 de enero de 2013

¿Niño o Búho?

A Ignacio siempre le ha costado mucho domirse solo. Desde que era un bebé. Una vez que cogía el sueño perfecto, pero cuando se veía solo...empezaba la odisea. Noche tras noche me tenía que sentar con él en su cuarto y cantarle o simplemente a estar con él. El muy hijo de su madre incluso a veces cuando lloraba porque no me notaba junto a él y yo acudía a verlo, me señalaba el banquito de madera donde yo solía sentarme.

Probamos de todo. Desde el "maldito" Duérmete niño de las narices hasta quedarme dormida con la cabeza en los barrotes de la cuna o tirada en la alfombra de su cuarto...

Una odisea.

Entonces nació su hermana. Y a la pobre, la pasamos super pronto a la cuna grande para que durmiera junto a su hermano en el cuarto. Primero porque lo que le faltaba al pobre de mi primogénito era tener que dormir sólo y encima que otra personita que había llegado de improviso, durmiera junto a su mamá del alma. Y además, porque pensamos que si él se sentía acompañado, sus miedos a estar solo desaparecerían.

Y Cayetana pagó el pato. Con menos de seis meses ya dormía fuera de nuestro dormitorío junto a su hermano, que hacía caso omiso de ella y nos montaba las misma películas que estando sólo.

El tema del dormir se hizo más peliagudo cuando mi querido hijo aprendió a andar, a salirse solo de la cuna, motivo también por el que le cambiamos a la cama tan pronto, para que no se escalabrara y a bajarse de la cama para llegar a nuestro cuarto en la más fea de las oscuridades. Que eso para él no es un impedimento.

Y que quereis que os diga...que casi con dos años y ocho meses que cumple hoy mismo, la situación ya empieza a pesarme.

Porque sigue igual. Es capaz de despertarse seis y siete veces en una noche. Cuando más profundamente dormida estoy escucho su "mamiiiiiii" en un susurro...con su naricita pegada a la mia. Que cualquier día me da un infarto del susto. Da igual como lo devuelvas a su cama: entre mimos, abrazos, da igual que lo arropes y le digas que tiene que pensar en cosas bonitas, que intente dormirse, que tiene que estar ahí porque entonces su hermana se sentirá solita...Da igual que lo lleves a la quinta vez con una mala leche que pa qué...que le des un cosqui, que le regañes o le zarandees prohibiéndole moverse de su cama....

Cinco minutos despues otra vez oigo en mi puerta "mamiiiiiii...."

Es que es incapaz de dormirse...punto pelota.

Y os juro que estoy planteandome incluso darle algo para rejarle tipo Kindival que es homeopático o algo así. Lo que pasa es que el muy cabrito, si lo acuesto conmigo, cuando ya estoy a punto de un colapso nervioso, duerme sin despertarse ni una sola vez y hasta ronca el muy puñetero.

Por lo que pienso que mi hijo ni tiene un trastorno del sueño, ni es un búho de la noche ni tiene ningún tipo de miedo a nada...simplemente tiene cuento chino y una cara muy grande.

Besitos desde el Sur

Buen fin de semana

2 comentarios:

  1. ummm qué te puedo decir yo cuando la mía hace lo mismito, hija?? qué te entiendo? o que nos unamos y hagamos más fuerza!? jajaja es desesperante ..
    Tu hijo es nervioso?? la mía es un saquito de pulgas y creemos que por eso se desvela tantisimas vecesss,ahora eso sí,cuando algún día la he metido en nuestra cama la tía se pone ancha y bien acomodada y duerme a pierna suelta mientras su padre y yo nos agarramos a las esquinas de la cama para no caernos.
    He descubierto un blog que se llama "adormir" echale un vistazo.
    Besoss

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  2. Yo sufrí lo mismo que tu, no se puede explicar con palabras, nadie que no lo haya vivido puede entender como te sientes.
    hay que aprender a llevarlo del mejor modo posible.
    Yo ya lo he superado y puedes creerte que aún no me lo creo???
    Besos y feliz fin de semana....Que duermas bien!!!

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