jueves, 18 de febrero de 2016

La vida es más...

Después de esta sequía de inspiración en la que me he visto envuelta he vuelto para hablaros de lo que desde hace ya unos añitos llena mi vida.

Si, de eso, si estás inmersa en la ardua tarea de la maternidad ya debes saber que no todo es un caminito de rosas y quien lo diga, miente.

Hay quién me dice que hay que ver lo que he cambiado de un año a este punto...

No he cambiado yo, ha cambiado mi perspectiva de la vida.

Y no, nunca dejaré de ser madre. Y no, nunca dejaré de ponerme de cara a ellos en un parque y si, ellos son y serán siempre lo más importante de mi vida, pero no lo único.

Porque aunque seamos mamis nunca debemos olvidar quién somos.

Lo que nos gusta, lo que nos divierte, lo que nos hace reír a carcajadas, aquello que nos daba vergüenza y ahora no. Viajar, reír, saltar, correr...Haz todo lo que te apetezca.

Hazlo y no mires atrás.

Eso sí, quítate esa coleta y suéltate la melena.

Y no, no dejaré nunca de ser la mejor madre para mis niños. Pero sí sé que ahora me quiero mucho más a misma de lo que me he querido antes.

Que valoro mucho más mi sonrisa en el espejo.

Que me gusta dedicar tiempo a arreglar mi pelo, a elegir mi ropa y a pintar mis labios.

Y no, no dejaré nunca de mirarlos, pero también miraré otras cosas.

No lo negaré y diré que no me arrepiento de ello. Así lo viví, así lo sentía y así creía que debía hacerlo. Pero ser sólo madre durante un tiempo acabó con muchas cosas en mi vida.

Y no, tranquilas, no todos los maridos se van por eso.

Yo fui quién fui. Y aprendí de ello.

Cierto que ahora animo a quién quiero, a que cuiden lo que más quieren. Que no den por hecho cosas, que lo eterno no existe y el amor hay que cuidarlo y regarlo cada día.

Porque si no lo hacéis queridas mías, cualquier pelagarta puede quitaros a vuestros maridos. Y sí, habrá quién dice que no, que son ellos los que se van. Cierto.

Pero eso mellará tanto vuestra autoestima que debéis evitar que ocurra. Machismo? No, no es eso de lo que hablo.

Hablo de que hay que cuidarse. Quererse. Mimarse.

Que somos las mujeres más valiosas y guapas del universo, si.

Pero que esos discursitos del amor es para siempre y aquí estaré pase lo que pase...eso sólo pasa en las películas.

La realidad es otra.

Y si, sigo dedicando mi tiempo al 100% a mis tres tesoros. A sus vidas, a su cole, a sus actividades, a sus deberes, a sus pesadillas, a sus piojos, a sus cortes de pelos, a poner tiritas en sus heridas y a taparlos y besarlos cada noche antes de dormirme.

Pero también me pongo unos tacones y me voy a bailar con mis amigas. A cenar y a contar chistes.

También me río y me divierto.

Porque vida sólo hay una. Y hay que vivirla. Como queramos, como más nos guste, con aquello que nos hace ser felices cada segundo de cada día.

Ser madres pero nunca, jamás, perdáis la sonrisa.

Besos desde el Sur

5 comentarios:

  1. Hola. efectivamente aunque seamos madres no debemos olvidar que seguimos siendo mujeres, rabajadoras, independientes y que queremos gustarnos y que nos quieran... seguimos en contacto

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  2. Admiro tu positividad ante la vida. Ole, ole y ole. Muchas y muchos deberían tener tu actitud.

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  3. Perdona pero si un marido se va con otra,primero:ni la más tops de las tops,esas imbéciles que se pasan el dia mirandose al espejo,podrá hacer nada.Segundo:ya le pueden dar por el saco, y que se vaya con viento fresco, no merece que sufras por el.Una mujer debe cuidarse por si misma, por autorespeto, no para contentar a ningún señorito,y si alguien no entiende eso, tiene un problema.Perdona mi dureza, pero esa manera de ver las cosas según la cual si no te cuidas ,aunque estes agonizando,tu pareja se marchará,me parece infame.
    Un abrazo
    Núria, de títeres sin cabeza

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    1. Hola Núria. No, no ese el mensaje de esta entrada. No por no cuidarte tu marido se va. No, querida, no me refiero a eso. Me refiero a cuidar las cosas, primero a ti misma por ti misma. Y segundo, esta es sólo y repito sólo una opinión ante una experiencia de la vida. No obstante, respeto la tuya y agradezco que me leas. Un abrazo

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