miércoles, 21 de enero de 2015

No hay dos sin tres

Hola de nuevo,

Esto de dejar pasar los días sin escribir se está convirtiendo en una fea costumbre que de verdad intento mejorar, pero el trabajo, los niños y la rutina me absorben y ni un segundito puedo dedicaros un rato.

Va a ser que hablar ahora de un Paseo Navideño como os dije la última vez no viene muy a cuento estando ya a mediados de enero así que hoy os voy a hablar un poco más del benjamín de nuestra casa, de Juan "el terrible".

Pobrecito mío pero es que aunque Juanito sea un niño estupendo para comer y para dormir, cuando este enano está despierto, no deja títere con cabeza.

No es que sea un niño malo, simplemente como dice mi hermana "está vivo". Es activo, intrépido, valiente...Ya sigue el ritmo de los hermanos en todo, él no se queda atrás y lo más impactante de todo es que a pesar de la diferencia de edad, los mayores nunca lo dejan solo y lo buscan para sus juegos.



Aquí los veis en su salsa y es cuando los veo así cuando siento que todo el esfuerzo y dedicación a esta tarea de la maternidad merece la pena.

Es increíble la unión que tienen los tres. Juan es aún muy pequeño pero sus hermanos mayores lo cuidan, le abrazan, le dan besos y a él literalmente se le ilumina la cara cuando nos ve entrar por la puerta al llegar del Cole.

El otro día, en el parque, una señora gritó despavorida "¿de quién es este niño?"...y es que Juan el Terrible ya llevaba media pared trepada del tobogán. Para llegar hasta él había que escalar una pequeña pared y él no se lo pensó.

Y así es con todo.

Quizás sus hermanos fueron así pero yo no estaba tan cansada o sencillamente, no tenía tres...Que ahora una no sabe donde mirar en el parque, ahora que Juan se ha lanzado a las carreras. Desparece en 5 segundos.

A veces soy yo la que grita despavorida "Ignacioooo..coge a tu hermanooooo". Una loca, lo que yo os diga.

Pero es que es pura dinamita.



Aún así, a pesar de su actividad, Juan es un niño adorable que me tiene literalmente robado el corazón. Se pasa la vida sonriendo y es un niño feliz.

Sinceramente, es un bálsamo para mi.

Ya son 14 meses los que tiene este enano...el tiempo pasa volando.

Sólo deseo que siga siendo así, tan atrevido, tan valiente y que nunca, nunca, deje de sonreír.

Besos desde el Sur

3 comentarios:

  1. Ja jajajaja me encanta lo del terribleeeeee jajajaja que lindo esta! Eso mismo dice mi madre: yo le pedía a dios que no fueran "pavos-lacios" y yo le contesto: mama pues te pasaste pidiendo.... Jajajaja. No dejes de escribirnos Rut. Besos chiqui

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  2. Jajajaja...bueno Ángela, mejor e tener "niños vivos", que "pavos lacios"...jejeje. Me ha encantao!!! Besotes

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  3. jajaja que garcia me ha hecho esta entrada y qué identificada me sientoo! al mío le llamamos con cariño "el talibán" jiji con eso te lo digo todo no?
    EStán pa comerselossss, besos guapa

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