A nuestro Abo

Para nosotros, nuestro bisabuelo Juan era Abo. Así lo llamamos cariñosamente toda la familia.

Hay gente que decía de él que era un poco cascarrabias pero a nosotros no nos lo parecía. Él nos llamaba “Pitufos” y cuando nos veía aparecer, una gran sonrisa iluminaba su cara. 

Estos días todos están muy tristes porque nos dicen que Abo se ha ido al cielo. Nosotros sólo vemos que el cielo está muy lejos y que lo vamos a echar mucho de menos.

De nuestro Abo, a mi hermana le encantaba que le diera picos y quesito en el aperitivo. Y a mí me encanta jugar con su ajedrez de plata. Su casa va a estar muy solita sin él pero nosotros intentaremos ir mucho a ver a nuestra Yaya, su mujer. A ella le daremos muchos muchos besitos para que no se sienta sola.

Y a papi también. Sabemos que él estaba muy unido a Abo. 

¿Pero sabéis lo que más nos gustaba de él? ¡Que era capitán de un barco! Nos encantaba surcar con él las olas y desde bien chiquitos nos ha gustado el mar como a él. Papá nos cuenta que incluso una vez ganó la Copa del Rey de Vela con su gran velero! Cómo nos hubiera gustado estar a bordo de aquel barco con él. 

Nosotros pensamos que nuestro Abo estará en el cielo, cuidándonos. Pero también sabemos que parte de él se quedará en nuestro mar. Ese mar que él tanto adoraba.

Ahora, cada vez que surquemos las olas con papi sonreiremos pensando en nuestro Abo. 

Mamá, ha querido que escribamos sobre él en este, nuestro rinconcito, para que cuando seamos mayores, recordemos todo de lo que él aprendimos.

Con él aprendimos que el amor puede ser para toda la vida y durar siempre. ¿Sabéis que el y Yaya estuvieron 53 años casados? Mami dice que eso es muchísimo tiempo y que ojalá ella esté todo ese tiempo al lado de papi.

Con él aprendimos la importancia de la familia unida. Él siempre tuvo a los suyos a alrededor. No hay semana que no vayamos a comer a casa de Abo y Yaya. Nos encanta!.

Con él aprendimos que el amor es desinteresado. Él le ha dado todo a sus hijos y nietos. Siempre lo ha hecho.

Ahora que ya no está, mamá y papá se encargarán de que siempre nos acordemos de él. E intentaremos disfrutar de las cosas que a él le hacían feliz, en su honor.

Tomaremos el aperitivo en el Club. Sacaremos de paseo el Chispa IV. Nos sentaremos en su salita a ver la tele. Nos sentaremos en la terraza a ver el mar. Le daremos la manita a Yaya, como a él le gustaba hacerlo. Las patatas al horno nos las comeremos con tomate. Le robaremos las patatas fritas, las más tostaditas y los picos del pan. Y Papá y Mamá brindarán con Barbadillo.

Y sobre todo, viviremos como queramos! Felices, despreocupados! Viviremos la vida intensamente como él lo hizo!

Porque si algo Abo nos enseñó, es que la vida hay que vivirla como uno quiere. A su manera! 

Siempre te recordaremos Abo.

Feliz fin de semana

Besos desde el Sur