Un golpe de suerte!

Si! vivir donde vivimos es un verdadero golpe de suerte! ojo! hay mil sitios que me gustaría visitar, por ejemplo el Norte...tengo tantas ganas de conocerlo...Este año porque las vacaciones serán por aqui cerca y los niños aún son pequeños para meterle tantas horas de coche, pero me encantaría conocer Asturias, el País Vasco, Galicia...tantas y tantas ciudades marvaillosas...

Pero mi suerte es vivir en el Sur...en el Sur pero en la playa, porque a pesar de ser una sevillana en el exilio, y encantarme mi tierra, mejor, cuando llega el mes de junio estar aqui, en la Costa del Sol...

Anoche, después de ese pedazo de partido de España!!! que fue eso, un golpe de suerte en los penaltis, y con el calor tan horroroso que hacía, mis niños no podían dormirse...Es que la brisa no entraba por la ventana vaya...acabé acostándolos en pañales, y Cayetana lloraba y lloraba y es que la pobre estaba sudando...y entonces volví a pensar "qué suerte vivir donde vivimos..." porque una ola de calor no es lo habitual por aqui, aqui se respira olor a mar, a frescura, a dama de noche y jazmín...eso sí, los mosquitos también te pican pero bien eh?

El caso es que anoche, mientras acababa llevandome a mi princesa conmigo y refrescarnos con el aire acondicionado, pensé en los pobres que vivan en un Sevilla, un Córdoba o un Jaén y tener que soportar los 42 grados a la sombra...Dios bendito!!!! y me acordé de aquellas noches de estudiante, en ese noveno piso de aquella Torre del Virgen del Buen Aire, que el nombre de la calle era un cachondeito porque allí hacía un calor de derretirse!!!!!! cuando ese dueño malaje no nos quiso poner el AC...y me río sola al recordar como metíamos los pies en barreños de agua fria durante la siesta, que aquello parecía la cueva de Ali Baba, o como al llegar las 9 de la noche salíamos escopeteadas en busca de la caña más fría de Sevilla o como a las 12 de la noche tirábamos los colchones en el salón porque los padres de mi amiga tuvieron a bien traernos un pingüino de estos portátiles para el salón....Menos mal que ahi una sólo tenía 22 años...

Y al mirar a Cayetana, con la cara renovada por estar en brazos de su madre, debajo del caño del AC que sé que muy bueno no es pero una noche es una noche pensé en que sí, que tener mi vida y mi mundo es una gran suerte!

Besos desde el Sur

Feliz jueves!